El acelerador de partículas Tevatron, ubicado en Chicago, está
acorralando al esquivo bosón de Higgs. Los dos experimentos que se
desarrollan en la instalación científica del Fermilab, laboratorio del
Departamento de Energía del gobierno estadounidense, arrojan indicios de
avistamiento que no contradicen los datos logrados recientemente en el
CERN de Ginebra, donde se sitúa el acelerador más grande del mundo, el
Gran Colisionador de Hadrones (LHC).
Tras décadas de búsqueda, los científicos están cada vez más cerca de
determinar la existencia o no de la partícula, fundamental para
confirmar nuestra concepción actual del universo, ha informado la
Universidad de Cantabria en un comunicado.
"Es un resultado
magnífico y complementa de forma perfecta el trabajo que se hizo en el
LHC", explica Alberto Ruiz Jimeno, jefe del Grupo de Altas Energías del
Instituto de Física de Cantabria (IFCA). Un equipo de este centro mixto
Universidad de Cantabria-CSIC ha liderado, junto con la Universidad de
Oviedo, una parte muy importante del análisis de datos del experimento
CDF, uno de los dos que se desarrollan en el Tevatron. Otros
laboratorios españoles, como el IFAE de Barcelona y el CIEMAT de Madrid,
han realizado análisis complementarios del mismo experimento.
El director del Fermilab, Pier Oddone, ha destacado la contribución de
científicos de todo el mundo, que durante años han analizado cientos de
miles de millones de colisiones protón-antiprotón registradas por los
experimentos CDF y DZero para llegar a este "excitante resultado".
"Estoy entusiasmado con el ritmo de los avances", ha dicho en el marco
del congreso anual sobre las interacciones electrodébil y teorías
unificadas, conocido como "Encuentros de Moriond", en Italia.
Los investigadores cántabros también participan activamente en los
proyectos del LHC. Los dos aceleradores hacen colisionar diferentes
pares de partículas y a energías diferentes, produciendo varios tipos de
fondos y dando como resultado una búsqueda complementaria. Es como
cuando dos personas hacen una foto de un parque desde diferentes
posiciones: una imagen puede mostrar a un niño que, desde la otra
posición, está semioculto por un árbol; ambas imágenes pueden mostrar al
niño, pero sólo una puede resolver sobre sus rasgos, por ello es
necesario combinar ambos puntos de vista para obtener una imagen real de
lo que hay en el parque.
"Todavía hay mucho trabajo por delante
antes de que la comunidad científica pueda decir con seguridad si
existe el bosón de Higgs", ha señalado Dmitri Denisov, co-portavoz de
DZero y físico en el Fermilab. "En base a las señales obtenidas, estamos
trabajando lo más rápido posible para seguir mejorando nuestros métodos
de análisis y exprimir hasta la última gota los datos del Tevatron".
Por el momento, las dos imágenes obtenidas por los aceleradores son
"borrosas", pero los científicos afirman que las futuras tomas de datos
en el LHC serán capaces de arrojar una imagen nítida, y también el
Tevatron afinará su visión.
"Si no se hubiera obtenido una
señal, el Modelo Estándar estaría herido pero, una vez más, se
manifiesta con fuerza extraordinaria", comenta Alberto Ruiz Jimeno. "Va a
resultar muy interesante y difícil buscar experimentalmente la brecha
en esta teoría que, por otros argumentos cosmológicos y teóricos,
sabemos que no puede ser el punto final de la historia de la Física. En
todo caso, si confirmamos la existencia del bosón de Higgs a esta masa,
en torno a 125 GeV, aún tendremos que mostrar si se trata o no del Higgs
del Modelo Estándar o un Higgs supersimétrico".
Datos y evidencias
Los científicos de las colaboraciones CDF y DZero han utilizado
diferentes técnicas de búsqueda y han encontrado excesos en sus datos
que pueden ser interpretados como procedentes de un bosón de Higgs con
una masa en la región de 115 a 135 GeV. El nuevo resultado excluye la
posibilidad de que el bosón de Higgs tenga una masa en el rango de 147 a
179 GeV y mantiene como posible la evidencia de una nueva partícula, ya
que la fluctuación estadística está dentro del rango establecido.
El resultado se asienta bien dentro de los estrictos límites
establecidos por las mediciones anteriores, directas e indirectas,
realizadas por el LHC, el Tevatron y otros aceleradores. Sin embargo,
ninguna de las señales anunciadas hasta la fecha son lo suficientemente
fuertes para reclamar evidencia de descubrimiento del bosón de Higgs.
Sólo los colisionadores de partículas de alta energía como el Tevatron
y el LHC pueden volver a recrear las condiciones energéticas que
existían en el universo poco después del Big Bang. De acuerdo con el
Modelo Estándar, el bosón de Higgs da masa a otras partículas. Los
físicos han sabido durante mucho tiempo que esta partícula o algo
parecido debe existir, por ello esperan con inquietud confirmar
finalmente este fenómeno.
Fuente: http://www.20minutos.es
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